Tele&Me

Un barros jarpa hecho en casa. Sobredosis de mostaza y bebidas gaseosas. Esos pueden ser ingredientes letales para activar el botón de encendido del televisor. Es increíble como te puedes encontrar, por un lado, a alguien bailando pachanga vestido de novio, y, por el otro, te encuentras con un mundial de póker y las razones que hicieron detonar la bomba atómica. La tv es rara. Por mucho que diga que a veces no hay nada para ver, sé bien en el fondo que me estoy equivocando.

A cada segundo ocurren históricos momentos televisivos que nadie vio. Pequeños héroes anónimos, que se cabecearon durante días para dar con la fórmula perfecta para hacer que te desvivas por un programa, ven sus proyectos derribados gracias a nuestro gran enemigo: el rating.

Me asusta tanto método para saber qué estoy viendo a cada segundo, me gusta tener mi privacidad y que nadie la invada poniendo un apararito que te monitorea todo el rato. Esa es la razón principal por la que jamás participaría de un reality. Además que lo encuentro una total falta de imaginación por parte de guionistas y ejecutivos de canales de televisión. Siempre he pensado que la persona que inventó los realities fue porque no pudo idear una sitcom que convenciera. Al igual que jamás he podido enganchar con una, me revientan las series largas, sin fin aparente. Quiero que al ver televisión alguien me diga las cosas de frentón y que no tenga que demorarse 6 meses en contármelo. No es que sea perezosa, es que no me gustan las cosas que dan vueltas en un círculo vicioso.

Recuerdo que hace mucho tiempo, cuando aun me faltaban dientes por cambiar, le dije a alguien (con palabras de una niña de aquella edad...unos 11 años) que ya todo se había hecho en la televisión. Que si querían innovar, lo único que quedaba por hacer era mezclar. Y parece que no estaba equivocada. Ahora casi todos los programas mezclan, pero son solo algunos los que saben mezclar bien. Porque otros quedan como un rompecabezas donde ninguna pieza encaja. El caso de Mekano, donde mezclaron "miniseries" con baile, baile y...más baile. De acuerdo, ese no fue un buen ejemplo.

Y hablando de ejemplos, vamos con los personajes históricos de la televisión. Personalmente, creo que la tele a mi no me ha revolucionado. Yo creo/quiero también que ustedes, en los comments, me digan cuáles son sus íconos televisivos. Quién sabe si no me encuentro con alguna sopresa. Y algunas entrevistas de por medio.


Nunca me he ido. Cuídense. Yo.