Tuesday, December 26, 2006

Recapitulando.

- Cada vez que miro y releo este blog, me vienen a la cabeza ideas sueltas que no alcanzo a atrapar. De repente me pongo a pensar si he evolucionado al menos un poco, y yo creo que es al revés, que no escribir (o escribir menos) significa dejar de ser constante, y eso desemboca en no ser mejor que antes cuando hacía seis entradas por día.

- Hoy me dio un ataque de fuerza de voluntad y debo aprovecharlo. Me dan ganas de borrar todas las entradas, empezar de nuevo con aires coolísimos y escribiendo muy engrupidamente, pero no estoy para esos trotes. Los cambios deberían ir en lo que escribo. Y si ya han pasado más de 2 años con el blog, quiere decir algo importante.

- Es terrible cuando se va el tiempo y no se aprovecha, es como caminar con el viento en contra, te empuja hacia donde estabas antes. No siento que haya perdido el tiempo en este gran periodo ausente, pero sí desaproveché oportunidades grandes, lo que no es muy bonito, ya que, aunque no lo crean muchos, todavía conservo el espíritu inquieto y preguntón compulsivo de aquellos días del 2004, cuando tenía 13 y la educación media recién venía incorporándose a mi rutina.

- Ahora es tiempo de reconstrucción, de replanteamiento y re-hartas cosas, pero si enumero me quedo en eso estancada. Prefiero seguir con la verborrea que me caracteriza (ven? escribo engrupidamente) y no parar, porque sino me vendrá una pataleta y borraré todo, por considerarlo una aberración a la elaboración de ensayos o escritos públicos.

- Escribiendo esto me siento como si tuviera 40, me estuviera despidiendo o al menos saliendo del colegio, pero no. Aún falta (cada vez menos) y debo aprovechar al máximo todo, devorar libros, discos, páginas web, oportunidades para llenar el currículum y tiempos para estudiar y compartir con mis amigos. Si he aprendido algo en estos meses, es a equilibrar las cosas. Antes el blog me consumía y no me gustaba salir de casa sin dejar algo escrito, era como no hacer una tarea para el otro día. Tampoco me la podía en dos cosas, o sea, si era buena y constante escribiendo era pésima y apática en los estudios, y viceversa. Ojalá que en este Cuarto Medio (ni yo me la creo aún) pueda hacerlo y pueda seguir escribiendo como aquellos días de antaño. No le pongo punto final a esto porque sería matar una parte propia. Me despido transitoriamente, hasta la próxima entrada. Los quiero.