Monday, August 29, 2005

Los Dejo.

Si vieran el estado en el que estoy, se mueren. Hoy el programa no se llevó a cabo por inconvenientes que involucran múltiples enfermedades por parte de varios miembros del programa. Pero no se preocupen, la intervención de Stf vuelve el martes a las 14hrs, para luego establecerse normalmente los lunes, directamente desde la oficina del rector de mi querido establecimiento educacional.

Ya, ahora el título. Hace bastante tiempo me he estado presionando a mí misma para lograr resultados. En lo académico y en lo multimediático. Y mi cerebro - al parecer - no da más. No es que haga un sinfín de cosas y desmerezca todo el tiempo que disponen ustedes (que varios de los que leen son mucho más grandes que yo, y por consiguiente, hacen muchas otras cosas más que este ser que les escribe periódicamente). Creo que necesito un tiempo - pequeño - para organizar mis ideas. Creo que este resfrío me ayudó a reflexionar sobre cómo estoy manejando mi tiempo libre, y como me estoy desenvolviendo con el resto. Si fuera un poco más astuta, podría lograr todas las cosas que quiero al mismo tiempo. Pero he sido boba en ese sentido y es tiempo de cambiar, por el bien de mi salud físico/mental.

No me voy ni por un año, ni por un mes. Voy a estar una semana (a partir de hoy) sin utilizar este aparato que tantas alegrías me ha brindado, con el solo afán de dejarlo descansar a él y a ustedes. No quiero seguir escribiendo cosas que los depriman, por eso voy a tomarme esta semana.

Já, ojalá fueran vacaciones. Para mí realmente es una tortura, pero son cosas que hay que hacer. Supongo. Nos vemos en una semana, a ver si puedo abrir los ojos de nuevo.

Sunday, August 28, 2005

Fiebre de sábado por la noche

Me siento pésimo. Acabo de llegar de estar con unos amigos y pesqué un atroz resfriado. De esos que hacen que te ancles a la cama y no la quieras soltar. Pero no. Tengo que terminar miles de crónicas para un periódico evaluado, terminar el guión para Buffet y hacer mi columna para Paniko.cl . TANTO no es, pero siento como si nunca lo fuera a terminar, en especial en este día nublado donde escribo con los ojos cerrados, pensando en que hoy tuve que ir al colegio como cualquier día normal.

Fue horrible. Ir al colegio el sábado es una de las peores cosas que a uno le pueden pasar mientras se encuentra en la Educación Media. Una obligación a la que constantemente tratamos de verle un sentido, para continuar con esta farsa. Hay que seguir para adelante, no hay forma de retroceder mientras pase el futuro.

Tengo que hacer estas cosas y demostrarme a mí misma que sí me la puedo. Me he transformado en un zombie. No he dormido más de tres horas seguidas ningún día de las últimas 2 semanas. No tengo idea de qué es lo que está pasando conmigo en estos días. Solo estoy segura de que quiero dormir, soñar y despertar con la mente refrescada, pero no puedo. Soy tan terca, tan testaruda. Alguien tiene que cambiar esto, por mi propio bien.

Por ahora, los dejo. Les pido que escuchen el programa del lunes para ver cómo lo hice. Acá no llueve pese a los pronósticos. Los meteorólogos siempre mienten. Y cuando le achuntan se sienten reyes. Como yo con las pruebas de Química. No sé. Estoy tan i just don't know what to do with myself.

El libro de Balzac que me iba a leer no lo encuentro por ningún lado, carajo. Me voy a leer No Logo y voy a hacer la mejor tesis de mi vida, miércale.

Wednesday, August 24, 2005

Historia Académica.

Hoy, al llegar del colegio, me puse a revisar el baúl de los recuerdos. Una maletita blanca en donde están todos mis informes de notas desde nivel medio menor en adelante.
Revisé todas las notas. Descubrí que siempre fui una causa perdida. Mi primera nota de Matemáticas en primero básico es un 33. Que desesperante fue para mí ver que ya no podía remediar esas notas. Pero eso no fue todo. Al llegar a las notas de cuarto básico, descubrí que me estafaron con un promedio. ¡Pergenios de la contumelia! diría mi compadre Casimiro. No puedo creer que desde el 99' me han engañado. Esto es inaceptable. Incluso más que mis notas en Química, pero ese es otro tema.

Les tengo que hablar sobre algo en lo que me metí hace poco: un club de debate escolar a nivel de curso. Justo me tocó con quienes me caen ya saben cómo pero ese no es el punto. El punto es que el martes empiezan los debates y nuestro tema es en contra de que la gente en Chile respeta sus tradiciones. Nos tocó con el único curso preparado, un cuarto medio. Así que esto estará difícil. Les pido, si pueden, algunos argumentos que podríamos utilizar en el equipo, y luego les cuento de la sorpresiva victoria.

Pasando a otros temas, en la radio las cosas van mejor. Estoy súper contenta de lo que pasó el lunes y espero ir mejorando cada semana. Para esto, necesito que quienes escucharon el programa critiquen y expongan sus visiones sobre próximos temas. Pretendo hablar (luego de decir el encargo que me dieron al aire) sobre cuál es la presencia que tienen los jóvenes en televisión. Una idea cortita que se me ocurrió ayer mientras mamá iba a dejar unas latas.

Ando con ganas de escuchar nueva música y ver nuevas series. Hace tiempo, varios me recomendaron programas pero vi pocos de esos. Ando también, con ganas de escribir un post enorme sobre lo agradecida que estoy con las más de 10 mil visitas, si se fijaron en el contador.

Las cosas andan bien. Pero deben mejorar.


Stf.-




Saturday, August 20, 2005

Stf trepa por Santiago Cap. 3: Sintonizando Despedida (Segunda Parte)

Por alguna extraña razón, esta es la cuarta vez que trato de escribir esta parte de la historia. Parece que ni el blog ni yo queremos despegarnos de lo que fueron los paseos en Metro, el Mall Panorámico, el Bravissimo, las escapadas al Shopdog con Froda, Copano llegando tarde, el sushi con Cavada, en fin; las últimas horas.


Viernes 29 de julio, 2005.

Desperté con un poco de pena. O nostalgia, mejor dicho. Iba a ser mi último día en la radio y el guión no estaba listo. En realidad, en el cuaderno solo habían reflexiones tontas. No tenía pc, por lo que no era mucho lo que podía investigar, así que en la mañana y con Carola Urrejola leyéndome los diarios, agarré un Diccionario (yo pongo la palabra Diccionario con mayúscula, por si acaso) y busqué la palabra "identidad". Ese fue el único dato objetivo que escribí. Después habían direcciones de blogs y títulos de columnas. Nada.

No estaba nerviosa. Y no tengo idea por qué. Debería de haberlo estado, después de todo no había tema ni datos muy convincentes. Pero mientras iba anotando las calles por las que pasábamos en la micro, me puse a escribir cosas de mi agrado.

Al llegar a la radio, me entró la gran idea de encadenarme al edificio, para no irme nunca más. Pero después pensé en que me iba a dar hambre y frío y que posiblemente saldría en las noticias por algo no muy notable y deseché la idea. Aparte estaba el hecho de que no tenía el material necesario como para realizar dicha proeza. Pero al llegar al locutorio la idea se me fue.

Ahí estaba JMV, como de costumbre, escribiendo su guión y yo sacando conclusiones de mis propias conclusiones. Me sentía tan a gusto ahí, que me habría quedado, en serio. Pero no podía y además, el programa debía partir. Ya había llegado Carola y el programa generaba sus primeras ondas de día viernes.

En una de aquellas pausas, Sergio Cancino abre la puerta y pregunta las canciones que se tocarán a lo largo del programa. JMV me pregunta si quiero alguna y yo le digo robóticamente: Björk. Isobel fue el tema escogido y mientras sonaba pensaba en que luego de terminada la canción, empezaba el segmento.

Me parece que lo único del block que utilicé fue la definición del Diccionario, porque lo demás parece que brotó en el momento. Me puse a hablar con demasiados cachai y en mí eso es algo que odio, porque detesto copiar las muletillas, ya sea voluntaria o involuntariamente. Si voy a repetir algo, que sea original pues.
Cada vez que repetía la bendita palabra, me acordaba de las imitaciones que le hacía a JMV de...él mismo. Era comiquísimo, porque yo nunca pensé que luego de representarlo en mi academia de Teatro, iba a hacerlo de nuevo enfrente del mismo. Cosas que ocurren. Son esos detalles de algodón de azúcar, que parecen muy grandes pero al masticarlos son algo chiquitito y dulce. Espero que hayan entendido eso.

Al terminar el segmento, que me pareció excelente (a diferencia del día anterior) fui de nuevo al computador de Antonia y a admirar por última vez los posters y cuadros que siempre quise tener pero nunca encontré/ni-me-dejaron-ponerlo. Sea como fuere, escuché la palabra Cavada e instantáneamente pensé en mi hermana mayor. Ella lo ama. Ella está estudiando para ser abogada, y cierta vez vino él a dar una charla a La Serena. Recuerdo que cuando volvió a casa luego de, me miraba con ojos brillosos: - ¡Cavada! ¡Es que me estaba muriendo, Estefa, es tan inteligente y tan reeeeco! (léase esto en el tono más baboso posible) (hermanita yo te quiero mucho, por si lees esto) - Así que partí al estudio como si nada y vi que encima de la mesa había sushi.

Yo nunca había comido sushi. Antonia me ofreció y yo pensé: Bueh, por qué no? Agarré los palitos y de veras intenté agarrar el pescado. Fue inútil. Y mientras Antonia me traía un tenedor, veía como el señor Cavada comía con astucia. Seguramente este es su millonésimo sushi...así que con ese pensamiento me consolé y tragué el pedazo de carne cruda.

¿Qué puedo decir? Mmm...: - Esto está un poco picante ¿O no? Le dije a Carola con la cara más afligida del mundo. Ella sonrío maternalmente y me ofreció de su agua. Bebí con voracidad y me invitaron a probar el cocido, que quizás era más rico. Lo probé y no estaba tan mal, pero con el apestoso sabor que quedó del otro, no era de lo más agradable que digamos.

Menos mal que me despedí de JMV antes de probar bocado, porque fue necesario que posteriormente mi amiga Froda me diera chicles de menta para calmar mi sentimiento picante en la boca. Al salir de la radio me despedí con un : Gracias, en serio. Y partí a Baquedano a juntarme con Froda.

Nos saludamos y todo, pero al subir al vagón me puse a pensar en algo: ¿Por qué no hay nada en mis manos? Y me quedó esa duda hasta que llegamos a un Shopdog. Yo pedí un sandwich que supuestamente venía con palta y al final descubrí que mi miopía me había jugado una mala pasada. Era lechuga, y a mi no me gustan las lechugas. No me gustan. Pero mientras llamábamos a Copano para juntarnos, volví a la duda del vagón: Me falta algo...Huevón, mi block! y empezó la carrera.

Subimos a un taxi donde el conductor era un fanático religioso. Nos contaba que para él: La gente debe vestirse de acuerdo a quién irá a visitar. Y nos hablaba de un evento cristiano a realizarse en la plaza nosécuantito y que iban a haber chorrocientas mil personas. Nos hablaba de Dios y del retorno a la salvación, o algo así. Hasta que llegamos a nuestro destino rezando por no haber sido convertidas a este culto "Pare de Sufrir".

Yo pensaba en: ojalá esté la misma recepcionista y que no me haga problemas y esas cosas. Pero al llegar estaba la misma persona y amablemente me dijo que Carola se lo había pasado a ella para entregármelo. Qué lindas.

Al tener el block en mi poder, con Froda nos pusimos a divagar un poco por Santiago centro. Me regaló unos hermosos aros que yo no puedo utilizar, pero poco después al llegar a la papaya central, ideé la forma de ponerlos como prendedor en mi blazer.
Luego fuimos a ver libros. El único nombre que recuerdo es "Libros Prólogo". Vimos por fuera cafés carísimos a los que por ahora no podíamos entrar y oscurecía en la capital. Era hora de.

Mirábamos el reloj y don Nicolás no contestaba el teléfono. Poco después descubrimos que se encontraba en el cine viendo a don Willie Wonka. Mira tú.


Sábado 30 de julio, 2005.

Mis bolsos estaban hechos. En realidad, nunca desempaqué. Odio hacer eso porque siempre se me pierde algo. Moría de pena por dentro porque creí que aquel día mi único panorama era comer con papá y luego partir a Viña, como escala para La Serena. Pensaba en eso cuando me llama mi amiga Froda la Salvadora y me decía que hoy le cobraríamos la palabra a Nicolás.

Al juntarnos, era muy temprano para llegar a algún punto de encuentro, y muy tarde para emigrar a otra comuna. Así que revisé mi dinero y me quedaba suficiente para comprar un disco. Fuimos a Feria del Disco, y luego de ver muchos Cd's y que nos miraran como ladronas, decidí comprar
Elephant de The White Stripes. No estaba en La Serena y era barato. Fácil y bonito.

A la hora de, llegamos al Mall Panorámico, una cosa muy fome y una espera interminable. Media hora, una hora, ¡2 horas de retraso! Esto era el colmo y era inaceptable. Gracias al plan de 80 minutos de Froda pudimos llamar a Copano para que se viniera de una buena vez, cuando por el auricular vocifera: ¡Froda, Stf, no pasa ninguna puta micro! ¡Estoy acá con mis primos y no pasa nada! Hum.

Papá me llamaba histérico al celular, porque me estaría esperando hasta las 8 en Metro estación Pajaritos y ya eran las 7 y media. Por el Líder de Ricardo Lyon/11 de Septiembre, y pasándose del camino, llega un abrigo negro pareciendo ser el tipo en cuestión. Con Froda vamos corriendo a pararlo y luego de mil cuatrocientas noventa y cuatro disculpas, partimos rapidamente al Bravissimo de enfrente.
Como flash, comíamos y hablábamos al unísono, hasta que veo que por la ventana se acerca Jenny Cavallo de las Cabras Chicas Gritonas. Les aviso a ambos y Nicolás se pega a la ventana como pretendiendo ser una sanguijuela. - ¡Mi amiga Jenny! exclamó, y nos sentamos los cuatro a conversar.

Era hora de irse y ya veía las canas moradas que podían salirle a papá si no llegaba a tiempo. Nos despedimos mutuamente y con Froda emprendimos otra carrera hacia el Metro. Nos despedimos y ya empezaba a rondar la nostalgia...desde Los Héroes a Pajaritos sola. Me senté y me apoyé en la ventana del vagón pensando en que este sería mi último viaje. Me bajé lo más lento que pude y vi a papá a lo lejos. Llevaba los bolsos. Era hora de irse.


Me subí al jeep, abrí la ventana al máximo y juré que iba a volver. Porque nuevos capítulos deben ser escritos.






Stf.-

Saturday, August 13, 2005

Stf trepa por Santiago Cap. 3: Sintonizando Despedida

Este es el último capítulo de la saga. Va a ser dividido en 2 para que sea más cómodo.Acá está todo sobre lo que pasó en mi segmento en Fm Tiempo, el pollo con arroz, Willie Wonka, los edificios pixelados,los helados de vainilla, las penúltimas horas.

Jueves 28 de julio, 2005.


Otra vez el recorrido hacia la radio. Una hora y media con gente que no conocía y que impaciente miraba su reloj. Ya me había hecho a la idea de que esto sería para siempre. Pero no. Este sería uno de los días memorables y había que hacer lo mejor posible.

La micro me dejó en Providencia con Los Leones, y ya no podía seguir gastando en taxis. El presupuesto no daba. Así que me fui caminando hasta llegar a Eleodoro Yáñez, y llegué bien temprano...así que me di un par de vueltas a la manzana mientras veía que un tipo con pinta de gringo me sigue.


Incluso en ese momento en el que el lugar me parecía familiar, me daba un nervio atroz entrar. Me pasaba las mismas películas de siempre...tonterías varias. Hasta que por fin entro y ocurre lo de siempre, con la excepción de que esta vez un micrófono sería usado por mí.

Estaba nerviosa, horriblemente nerviosa, como nunca. Tenía mi tema anotado en mi cuaderno y varias conclusiones en la cabeza. Los minutos pasaban rápido, entre idas al minimarket y las botellas de leche con chocolate.

Como era costumbre, estuve en la sala de los controles hasta que llegó la hora de. JMV le decía a los radioescuchas que "ya está Stf con nosotros" y llegó el pánico de no saber cómo diablos empezar. Sólo atiné a decir: "Vengo de La Serena y ahora estoy sola vagando por las calles de la capital, jaja".

Cuanto más escucho la grabación que hizo mi amiga Oruga, más creo que lo hice horrible. Pero hay que odiar lo primero que se hace para después hacerlo mejor. Al menos eso creo. De todos modos, lo que fue terrible es que tenía una voz muy temblorosa, como si a cada rato me fuera a equivocar. Nervios. Pero bueh. No importa, lo pasé increíble y siempre...siempre voy a agradecer a la radio por dejar que dijera una palabra.

Cuando todo terminó, Antonia la productora me dijo que si quería, podía ir a su computador hasta que el programa terminara. Decidí hacerlo y meterme a mi blog. Los comentarios se habían duplicado. O sea...tenía 8 y ahora 16, jaja. Luego revisé mi mail y vi que alguien me felicitaba. O sea, quedé plop. Lo hice horrible y a la gente le gustó. Wow.

Mientras estaba en la sala de los computadores, Sergio Cancino me preguntó si era yo la que hacía Paciencia, ¡Sólo tenemos 14! . Ahí sí que me morí. El Internet es increíble. In-creíble.
El programa estaba terminando, y yo debía marcharme con JMV para luego ir al cine a ver a don Willie Wonka. Se veía que estaba fascinadísimo con la historia y que estaba ansioso por verla. Nos fuimos caminando con Carola y nos despedimos.

Otra vez llegamos a Plaza Italia. El punto 0. Desde ahí hicimos un recorrido por el barrio Bellavista a visitar a un señor que hacía retratos bastante buenos. Después me hablaba de lo que él consideraba como China Town y de muchas cosas así.

Caminamos varias cuadras. Era como 3 veces el recorrido de casa- a mi colegio, pero no me importó. Llegamos (no tengo idea cómo) a un edificio de departamentos y subimos por un ascensor. Un ascensor y yo les tengo terror. Era ínfimo, y no había aire y...menos mal que llegamos. Al piso 6, si no me equivoco (o era el 8?). Entramos y JMV encendió el televisor en un canal que no me acuerdo cuál era.
Había una vista muy linda, daba al Parque Forestal y no había ningún objeto distractor. Luego me puse a ver el canal Discovery (lo primero que encontré...no me manejo con el sistema Sky), y estaban dando "Cazadores de Mitos". Unos gansos graznaban mientras JMV me gritaba desde la cocina: ¿Quieres pollo con arroz? Yo moría de hambre. Estaba literalmente starving. Así es que dije sí, por favor mientras reía con los gansos. Nunca vi la cocina porque el living era bastante amplio y no era parte del pasillo. De la nada aparece con una bandeja y me la entrega mientras empiezo a comer pollo y a tomar jugo de durazno. Él fumaba y posteaba en su blog.
Cuando terminé (terminamos porque él al final también comió) de almorzar, buscamos el horario para la película. A las 5:30 en Cine Hoyts de San Agustín. Vamos.
Mientras bajábamos (otra vez por el ascensor, ya estaba histérica) subió gente que arreglaba no sé qué cosa, así que tuvimos que volver. También llegó un señor que jugaba rugby, a conversar con JMV sobre el equipo, así que aproveche de escribir algo que al final igual boté a la basura. Crap.

Cuando ya salimos del departamento, hacía un frío horrible mientras JMV me hacía un tour. Pasamos por el Parque Forestal y él me comentaba que quizás podríamos ir a ver a Rodín, pero al llegar al lugar de, había una fila desquiciada y no nos iba a alcanzar el tiempo. Caminamos por el centro de Santiago mientras me mostraba un edificio con vidrios que hacían que los árboles se vieran pixelados. Era muy lindo el efecto que se hacía, lo fome es que estaba lleno de gente y no pudimos estar tanto tiempo parados en medio de la calle. Pero bueh.

Ambos teníamos ganas de tomar un helado y fuimos a un Savory. Fueron los vendedores más incompetentes del mundo así que nos fuimos antes de envejecer ahí.
Llegamos al cine, que me pareció muy lindo porque había que bajar para entrar. Como quien va al Metro...qué lindo. Disculpando el huaserío, por supuesto.
JMV compró 2 entradas y fuimos a la cafetería del cine. Mientras tomaba helado de lúcuma con vainilla hablábamos del colegio. De la gente estúpida. Yo le hablaba de quienes tenían la batuta en mi curso mientras él me contaba que su colegio era un cuiquerío discriminador horrendo. Nos reímos mientras teníamos helado en la boca...porque ya era hora de entrar a la sala.

Ya habían empezado los avances para las nuevas películas y nosotros recién entrábamos. Nos sentamos adelante. Comenzó la película y me puse mis anteojos.
A medida que pasaba la película, me di cuenta de que JMV se mueve mucho. Pero musho. Si al principio estaba muy acostado, al final estaba en la punta de la silla. Y era terrible porque las personas de atrás me estaban pateando el asiento. Pero bueh.

La película había terminado y JMV me fue a dejar al Metro. Llegué a la Estación Las Rejas y tomé la 210. Estaba exhausta, es que no estoy muy acostumbrada a eso. Caí rendida en la habitación de Minnie y dormí de corrido hasta el otro día, donde el recorrido sería el mismo.






Wednesday, August 10, 2005

FM Tiempo

INTERRUMPIMOS MOMENTÁNEAMENTE LOS CAPÍTULOS DE LA SAGA PARA HACER UN ANUNCIO:


Es hora de hacer publicidad. El 15 empieza un segmento lunes por medio en Buffet, por FM Tiempo eso de las 14hrs, en el que quien les escribe estará comentando diferentes tópicos así que desde ese susodicho día, el blog también pasa a ser buzón de sugerencias. En especial hoy, porque varias personas me han propuesto nombres y temas, así que para que ustedes no estén fuera de elegir, en los comments me hacen llegar sus inquietudes.

Un 8.5% de los jóvenes de entre 15-29 dedica su tiempo a leer. ¿Qué pasa con el resto? Todo eso y más, el LUNES 22 a las 14 hrs. Porque algo bueno está sonando.



Se aceptan sugerencias de nombre, temas para las próximas semanas y demases preguntas.

Saturday, August 06, 2005

Stf trepa por Santiago Cap. 2: Portal Informal

miércoles 27 de agosto, 2005.

lugar: providencia, santiago.

Por segunda vez debía hacer el mismo recorrido. Tomar la 333 hacia Baquedano y juntarme en el BiblioMetro. Pero esta vez sería con mi amiga Rocío, con quien tenía una cita pendiente. Nuestro plan era ir a Rock & Pop para participar del "Portal del Web", como gremlins, según se conoce comunmente a quienes van a - justamente - huevear un rato.

Pero antes de ir, nos dimos un paseo por la Avenida Providencia y sus alrededores, cada una haciendo entrega de unos simples presentes de bienvenida.
Al llegar al Portal Lyon (lugar en donde ahora se reúnen pseudo freaks/emo/ninguna de las anteriores), nos acordamos de la escena en que Roberto (para todo aquel que vio Promedio Rojo) entra al susodicho lugar, por lo que le dimos Play a la canción número 13 del CD. Era Casino, hablándonos de ser unas perdedoras que veían discos en GMBH que no podían comprar. Decidimos abandonar aquel deprimente lugar y dirigirnos rapidamente al edificio de Iberoamerican, donde nos esperaban unas 3 horas de espera.

Mientras caminábamos, ocurrieron varios incidentes. Incluyendo la pseudo muerte del celular de Totis, y la peregrinación descalza de la ídem, luego de sufrir severos dolores al ocupar botas con taco.

Cuando por fin llegamos, vimos que no éramos las únicas. Habían unos 6 tipos esperando afuera del edificio, esperando que Zombie, el productor, nos explicara las reglas y nos dejara entrar. La espera fue interminable, especialmente por la presencia de ciertas personas que no queríamos ver y por el hecho de que estábamos muriendo de hambre, pero al fin llegó Zombie a saludarnos a todos y a explicarnos lo que teníamos que hacer.

Jamás en mi vida había escuchado la palabra patá en la raja tantas veces, hasta que escuché las reglas de Zombie. Creo que me traumé hasta llegar al locutorio, en donde nos dijeron que no nos íbamos a sentar en todo el tiempo en que estuviéramos.

El programa había comenzado con la participación estelar de Dj Elektra, que nos sacaba pica a todos por estar sentada. Pero bueh. El caso es que junto con Rocío participamos lo más que pudimos, y gracias a eso hicimos que todos los demás (bueno, incluyéndonos) se ganaran singles. Aunque gracias a cierto personaje al que llamaba insistentemente por teléfono, me gané uno de la no tan bien ponderada Joss Stone. Que tipa más fome.
Otra vez me sacaron pica, mostrándome sus Speed of Sound y sus Raining Again, pero no importó. Con Rocío estuvimos un rato en la parte de los snacks/bebidas gaseosas y vimos a pasar a mucha gente del mundito de la TV. Todos ellos con un denominador común: Ninguno podía sacar los snacks de la maquinita. Todos debían patearla o moverla, incluyendo las botas caras de la que se ve simpática Blanca Lewin.

Abandonamos la radio para ir a Chilevisión, el canal de don Seba. En él nos dieron carnets de producción para poder ingresar con don Nico Copano, que nos hizo un pseudo tour por el lugar, en donde predominaba el color blanco y las salitas pequeñas de post producción. En exclusiva vimos partes de El Informal sin sonido, pero no por ello menos graciosas.
Luego de toparnos con varios personajes, nos dirijimos a un pizzería (que, les soy franca, no me acuerdo cómo se llamabaI) aledaña al canal.

Comimos pizzas napolitanas y Coca-Cola. Lo más nutritivo del mundo, jaja . Placeres culinarios de la lejana Italia fueron los que probamos en aquella instancia. Aproveché la oportunidad de llamar a mi hermana mayor, que es una groupie declarada de todos estos tipos, así que le di la emoción de su vida, haciendo que Nicolás contestara el teléfono.

Nicolás nos dio varios consejos a Rocío y a mí, y me dio ciertos tips para el inminente debut en radio que tenía al día siguiente.

Flashback: día martes 26 de agosto.
Estaba en un ciber-café de la calle 5 de Abril cuando me llama mi prima de 7 años, Javiera: Oye! te llamó el Billouta (marcando mucho la B)...ya se agotaba mi saldo, así que partí corriendo a la casa para saber lo antes posible qué era lo que quería este sujeto. Lo llamo y me dice que por qué no hacía una especie de comentario teen (© Copano Brothers) en el programa de radio. - Wow - se dijo Estefanía al escuchar estas palabras. Temblando, tomó un lápiz y escribió lo segundo que se le vino al cerebro.


Para mayor información sobre los hechos futuros, consulte el próximo capítulo.

PD: Yo sé que iba a hablar del sushi y del debut en radio...pero todo a su tiempo, eso se viene. Algún día tengo que terminarlo, ¿No?

Tuesday, August 02, 2005

Stf trepa por Santiago Cap. 1: Ondas Bloggeras

Viernes 22 de julio, 2005.

santiago, chile.


Ese día no desperté porque no dormí. Llevaba 5 días en casa de mi tía, pseudo enclaustrada por desición propia y porque por lo demás nadie había llamado, así que me quedé, descubriendo que mi prima más chica es igual a mí en lo interior y físico, durmiendo en su pieza tapizada con cuadros de Winnie Pooh y Minnie Mouse, y viendo con ella la película del Efelante. No fue una tortura, fue cute, era como estar cuidando a la hermana chica que nunca tuve ni quise tener. Escuchando canciones de Rojo y comiendo bistec con puré. Ese iba a ser mi día hasta que recordé que habían dos cosas que iba a hacer ese mismo día: Juntarme con mis amigas bloggeras e ir por primera vez a una radio. Para que vean lo provinciana que soy.

Pero bueh. Ese día desperté horrible, con dolores de estómago y cabeza, con esa sensación de que tienes tanto hambre pero no puedes comer nada porque lo vomitarás...espero que lo entiendan y no lo encuentren groseramente asqueroso.

El caso es que el día anterior, otra de mis primas me explicó como llegar a la FM Tiempo, la susodicha radio en donde iba a ver "cómo funciona todo", según lo que me dijo JMV. Así que ahí estaba, esperando que pasara la hora y terminando de despertar con Carola Urrejola y su...co-conductor. A las 10 tenía que ir a la parada y subir ya fuese a la 333, 210 o 240. Y no crean que me las aprendí de memoria, todo estaba escrito en mi block, que quedó como el forro al final de mi viaje. Pero bueh, les sigo contando. Creo que tomé la 240...y ahí comenzó el sendo payaseo* (por no decir el medio hueveo), entre mi espera por llegar a Plaza Italia, y quienes subían a la radio para vender hasta sus almas. Eso fue peculiar. Mi "gran-acercamiento-gran" a ese tipo de arte fue en el video Miño de Los Bunkers, pero nunca había subido a mi mismo microbús alguien que tocara la guitarra y me recitara los Antipoemas, o que, en su defecto, tratara de venderme Paracetamol a 200 pesos.

Llevaba más de una hora en micro cuando llegué a mi destino. Se suponía que luego debería tomar la 340, que jamás pasó (o que jamás vi). Por suerte tomé un taxi que me llevó a la intersección de Eleodoro Yáñez con Los Leones, que era supuestamente, donde debía bajar para llegar a la radio. Le pagué al taxista una suma disparatada y me bajé.

No se imaginan lo desorientada que estaba. Era como...estar en el lugar pero habían muchos edificios de ladrillo rojo, como me indicaron. Decidí optar por lo más seguro, que era preguntarle a la señora del kiosco:

Yo: Señora, ¿Le puedo hacer una consulta?
Kiosquera: Dígame
Yo: La FM Tiempo ¿Sabe dónde queda?
Kiosquera: ¿Fm Tiempo? Ahí sí que me pillaste, si das la vuelta, hay un montón de radios.
Yo: Ah no, es que esas son otras radios. Pero gracias de todas formas.
Kiosquera: Ya.

Así que no fue muy productivo. Decidí recurrir a la vieja técnica del "capé-nane-nú" y elegir un edificio en donde, al menos preguntar dónde quedaba la radio.
Me metí en uno gigante, al lado de una farmacia Salco-Brand, y vi una recepción. Yo iba absolutamente abrigada, con parka, beatle, pantalones (que en mi vida uso, solo en ocasiones donde salgo mucho rato) y justo ese día hace calor. Y yo sin ningún bolso en el que echar mis revistas y mis diarios trasandinos. Así que era como un canasto ambulante y negro, que de pronto se vio preguntándole a un guardia dónde quedaba la radio. "El edificio de al frente, lo ves? bueno, ese es" .

Eureka.


Ahora, la entrada. Llegué y una señora me recibió preguntándome a quién buscaba. Le dije el nombre y me preguntó si era de La Serena. - Sí - le dije. Así que diciéndole por último mi nombre, me dijo que Antonia, la productora, me iba a llevar al locutorio.
Acomodo rapidamente mis cosas para sacarme la chaqueta, ya que la radio estaba sofocante, y descubro que no tengo manos que aguanten tanto...así que volví a ponérmela. En eso llega Antonia, la productora del programa, y con un gesto muy hospitalario me dice: Pasa.

Como era de esperar, yo miraba para todas partes pensando en cómo sería un estudio de radio. Yo y mi huaserío, solo él me entiende cuando observo hasta el techo para recordarlo, pero bueh. Prosigo. Antonia abre una puerta y me encuentro con un computador, una tele pequeña exhibiendo E!, tres audífonos con su respectivo micrófono, y a don JMV escribiendo rapidamente un documento de Word.

Creo que dejé mis cosas en la mesa antes de poder hacer cualquier movimiento correspondiente a un saludo cariñoso a quien me había invitado, así que el saludo ocurrió y me senté a ver cómo estaba todo.

Media hora más tarde, llega la señorita Carola Pulido, con cara de apurada. Nos saludó a ambos con un beso en la mejilla. Me sorprendió su buena onda. Generalmente no me saludan tan cordialmente cuando me ven por primera vez. Punto a favor.

Luego, mientras descubría que JMV escribía la respuesta para la sección Amor Salvaje, se abre la puerta y me parece una cara conocida. - Ah, Sergio Cancino...el que hace las columnas de música en la revista del cable. Cool- Me dije. También me saluda y les entrega a los anfitriones la lista de canciones que irían aquel día, las cuales, si mal no recuerdo, las siguientes:
Hole - Malibu
Pulp - Common People
Pink Floyd - (una que no recordaría ni aunque me guillotinaran)
Supergrass - St. Petersburgh
Scissor Sisters - Take Your Mamma
Y tres mas que - No Recuerdo

Luego de comentar algunos programas de televisión frivolísimos y de leer diarios amarillistas, abandono el locutorio porque ya era hora de empezar el programa. En los audífonos se escuchaba el jingle de Joaquín Lavín (cuando aun era: "Te toca a tí") mientras yo me acomodaba en la sala de controles. Miré hacia atrás y casi me desmayo...toda una disquería estaba en la radio. Todos los discos que alguna vez pensé comprar pero luego miraba mi bolsillo, estaban ahí. A veces hasta en vinilo. Hasta que el poster de Lenny Kravitz me recordó que había que volver a mi realidad de tener 6 discos originales y mucha música en el pc.

El programa comenzó y me reí más que de costumbre. Debe haber sido la euforia de estar escuchando una radio que no llega a La Serena y que había empezado a descubrir sólo 4 días atrás. Todo estuvo bien ahí. Todos comimos del pan comunitario de JMV, me ofrecieron más de una vez un café, pero yo (ojalá me haya salido amablemente) decía: - No gracias, tomo leche - con la cara más sana y pura que encontré.

El programa estuvo lo máximo. Pero era hora de partir. Me despedí hasta del señor de los controles, de Carola, de Antonia y de Sergio, y JMV caminamos un par de cuadras para tomar un taxi hacia Plaza Italia, que era donde debía juntarme con Froda, Totis y Oruga. En el taxi aprovechó de hojear mi transportada revista Fibra y de comentarme ciertas cosas. Nos despedimos y bajé apresurada y ansiosamente por las escaleras del Metro.

Luego de contar cuántas personas usaban anteojos y cuáles no, llega mi amiga Froda, con la cual iniciamos nuestro viaje hacia la estación Bellavista de La Florida, para encontrarnos con Oruga y Totis.

Yo estaba muriendo de hambre, y ya habíamos localizado a Oruga, pero Totis no venía. La esperamos 10, 15, 20, 30 minutos y nada. La llamábamos al celular y nada. Decidimos marcharnos hacia el patio de comidas para que quien les escribe no muriera.

Froda y Oruga se tomaron un McSwing, y yo tenía hambre e impaciencia, así que Lomitón fue mi solución práctica. Conversamos muchísimo y nos sacamos fotos parodiando a la farándula local.
Nuestro encuentro terminó, teniendo más de Kudai (¿Han visto esa ridícula promoción de tener un concierto exclusivo de ellos para el día del niño?) que de Starbucks. Estaba tan feliz que quizás me distraí, y me bajé en la estación que no era, y sin un bolsillo que me solucionara el problema...

Lo que pasó posteriormente es secreto de estado.

EN EL PRÓXIMO CAPÍTULO DE STF TREPA POR SANTIAGO:

Stf debuta en radio, prueba el sushi y sale viva de ello, ve Charlie y la
Fábrica de Chocolate
y no es pervertida sexualmente por don
Willie Wonka.

Monday, August 01, 2005

Stf trepa por Santiago Cap. 0: Hemos Llegado

No tengo idea si esto le interesa a alguien. El caso
es que necesito decirlo. Acá está, no sé si todo, no sé
si bien escrito, no sé si inventé algo. El caso es que
esto es para que no se me olvide a los 80. A menos de
que eliminen por completo los blogs. Ahí sí que estoy
perdida. Pero pensemos positivo. Este es el capítulo
número 0. Quería hacerlo todo junto, pero quizás es muy
pesado.


Lunes 18 de Julio, 2005.
mendoza, argentina.

Me despiertan los ronquidos de mi tía Ana María. Después del matrimonio toda la casa quedo patas arriba. Durante la noche los opaqué con el mp3 player recién estrenado. Nunca desempaqué en Mendoza. Lo consideré una parada más antes de llegar a Santiago. Me lavé los dientes, esperando pacientemente a que fuera la hora acordada. Debía sacar mi permiso notarial, así que debía despertarme más temprano que de costumbre.
En la casa todos tenían ojeras. Los otros niños no estaban. 2 salieron temprano a un pueblo aledaño, otra se fue de camping hacía un día y el otro se había ido a casa de los primos. Estaba papá, esposa, 3 tías y yo. Más el perro y el gato. Y los sonidos de la tele dando el último video de Shakira.
Hace poco les contaba que en Argentina se come como bestia, y bueh, esto no fue la excepción. No recuerdo qué comimos pero solo sé que luego de nutrirme quedé más que satisfecha.

Ya era hora de abandonar la casa y dejar las maletas (bueno, en realidad, mis mochilas...debo comprar una maleta con ruedas a la brevedad) en el portaequipajes. Conmigo llevaba todos los documentos que certificaban que había nacido y que tenía una identidad.
Al llegar al Poder Judicial, vimos que había que pasar de la Planta Baja al Piso 8, y del Piso 8 de nuevo a la Planta Baja. Nadie daba indicaciones, todo era caos y nosotros más que indignados con el sistema. Al llegar a la última fila, nos dijeron que el documento no era necesario para que pudiera cruzar la Cordillera. Papá se había enfurecido tanto que lo sacó igual. Qué hijos de la gran. Habían 7 tipos, de los cuales 6 hablaban del bingo del viernes, y solo uno, crespito y bajo, trabajaba en su máquina de escribir.

De no ser por ese incidente, podría haberme ido mucho más temprano. Pero no, siempre algo nos tenía que joder la onda. Llegamos al terminal solo para despedirnos de mis dos tías que se iban a Viña, y al final quedamos 3; esposa, mi tía de Santiago y yo. Papá estaba ocupado en su local de la Galería, así que no pudo ir con nosotros. Pero al final nosotras llegamos a él.
"La Boutique del Celular" es un lugar pintoresco. A la entrada te encuentras con todos los modelos habidos y por haber de celulares, abajo, en el sótano, tienes todo un servicio técnico. Y arriba, hay consulta de rentas vitalicias. Es la versatilidad del negocio, en donde también había un computador que me anunciaba: "Duh, en Chile son las 9 de la mañana y estamos en vacaciones. ¿Crees que alguien está despierto". Bueno, pues no había nadie en Messenger a esa hora. Nadie a quién decirle: Voy. Pero era lo de menos.

Era hora de partir. Como somos tan espaciales (no especiales, señora, espaciales), no esperamos en el propio terminal, porque eso significaba 45 minutos de viaje inservible. Fuimos auspiciados por Kia a la carretera, a la calle Azcuénaga y esperamos el minibús. Claro...porque el cacharrito era un minibús en donde no cabía ni un centímetro de baño...así que, a bancárselas hasta llegar a la Aduana.
Aun no bajaba ningún tema al mp3 player, así que solo hacía rotar los que me gustaban de la música de muestra. Don't Panic sonó mucho mientras saboreaba mis Danonino de La Serenísima , el dinosaurio verde que hace el papel de Chiquitín de Nestlé , les juro que me salvó la vida.

Hemos llegado a la Aduana. Habiendo cumplido con todos los trámites pertinentes, tuvimos que ir al control del SAG para que abrieran toda mi ropa interior y se rieran de mis calcetines. De colección.
Al terminar, junto con mi tía nos compramos un pequeño queque en un kiosko chileno, a un peso con cincuenta. O sea..poca plata. Bah, no sé ni de lo que estoy hablando.

Estaba tan aburrida y no quería que se fuera la pila tan rápido, así que opté por llamar a una de mis amigas bloggeras , cuando descubrí que Argentina nos roba descaradamente. Cada vez que mamá me llamó al país de al lado, esos preciados minutos también consumían tarjeta mía. Así es, cada llamada fue como una especie de cobro revertido, así que para la próxima cargo el celular llegando a Chile porque en esos 3 días murieron $8500 que no son menores. Alcancé brevemente a hablar con Oruga y con Totis, cuando me di cuenta de la vil estafa.

¿Les doy un consejo? Nunca viajen en minibús. Se amplifican los ronquidos, no hay privacidad, no hay baño, te patean las sillas; en resumen, es una pesadilla. Menos mal que quedaba poco para llegar.
Ah...todavía me acuerdo cuando llegamos al terminal que no era el San Borja. Al salir del minibús se me habían perdido los stickers y no tenía cómo probar que el equipaje era mío. Por suerte solo mencioné cuáles eran mis mochilas y nadie me hizo problema alguno. Menos mal. Aunque por el otro lado de mi cartera, una señorita de dudosa procedencia y de pelo rojo pasión, intentó sacar alguna cosa cara de ella. Ya había adelantado camino, llegando a la parte en donde estaba mi celular. Qué animal ella. Hay muchos teléfonos que no me sé y que debería que están ahí. Para nada me conviene perderlo por ahí.

Nos embarcamos en el Metro hasta llegar a la estación Pajaritos, que era donde mi tío debía esperarnos para llevarnos a casa. En la espera, vi los titulares y nada me sorprendió a sobremanera. Lo que no sabía yo es que dos días más tarde, una ridícula pelotera azotaría el país y quizás mis propios temas de conversación...


En el próximo capítulo de Stf trepa por Santiago:

Stf visita FM Tiempo, se pseudo pierde con las micros y se contagia de alguien en el medio de la polémica.


¡NO SE LO PUEDE PERDER!