esto del futuro. eso de comenzar a hacerse la madura y agarrar libros
más gruesos, obligaciones más grandes, jornadas de estudio más
tediosas, amigos más cínicos. hace un par de años, lo único que quería
era largarme lejos del establecimiento, ser muy famosa y llegar a los 30
y tantos con la misma (o mayor) sabiduría que la marisol garcía. dos
años después, parece como si me hubiera dado una suerte de resfrío
mental que me hace pensar de manera gangosa. o quizás las insistencias
por adaptarme a una realidad de la que ya no puedo desprenderme, han
creado una especie de cáspula estúpida que me hace actuar del modo en
que lo hago.
a los dieciseis quería estar en buena forma, saber mucho sobre todo e
inventar lo que no conocía. hace unos días planteé una tesis sobre la
desilusión: mientras más averiguamos sobre lo que nos puede pasar, más
nos desilusionamos. dejamos de creer en todo solo por tenerle fe a las
posibles situaciones en nuestras mentes. y supongo que eso le ocurre a
cualquiera que ha pasado por ciertas experiencias, que te van dejando un
aprendizaje – que ahora cuestiono – que hace que acumules resultados.
por esa razón uno cuando es chico no siente vergüenza de nada, no
miente, no pide perdón ni se entristece por más de cinco minutos.
vivir feliz es escaparte de tus recuerdos, es apretarle rewind a las
experiencias y pensar que cada despertar es una nueva vida, que anoche
te moriste y no te acuerdas de nada. vivir feliz es bastante fome
también, la felicidad conlleva a la falta de análisis, por ende, ser
feliz es ser un estúpido. o alguien muy inteligente que no se amarga con
las nimiedades de la vida, sí, se acerca más a eso. pero no soy lo
suficientemente triste como para averiguarlo por mí misma.
No comments:
Post a Comment