A veces pienso que las cosas no cambian, aún cuando los contextos
parezcan hacerlo. hace unos días entré a mi primer semestre en la
universidad y todavía siento que voy a esa institución solo para hacer
una investigación escolar y que volveré en una semana a usar el uniforme
bicolor que tanto vivió conmigo y que tanto echo de menos.
la aburrida verdad es que no, no puedo volver únicamente porque el
control del tiempo aún no se descubre, porque se supone que la vida es
una serie de ciclos con un inicio y un final que no pueden ser retomados
porque tarde o temprano convergen en uno más grande y trascendental que
es la existencia misma.
me he dado cuenta que la totalidad de mis amigos que escogieron
estudiar periodismo, se ha creado un hábito de escribir que me pone en
evidente desventaja. no sé si me arrepiento de estar estudiando
sociología, no creo, porque aún no han habido razones para crearle
murallas aislantes de sonido a mis profesores, me sigue interesando lo
que dicen pero tengo tantas cosas en que pensar que no sé si pueda
cumplir bien con esto. temo fracasar y es obvio, es común entre todos
nosotros, pero más temo que esto me guste tanto que no regresen a mí las
ganas de volver a mi primer hogar, ese que alberga todos las personas
traducidas en momentos tan importantes, tan significativos en mi aún
corta vida de un poco más de diecisiete años que, para variar, no asumo
con suficiente madurez. quizás la madurez tenga que comprarse, porque no
veo que venga a mí ni la he visto acercarse tampoco; me siento una
preadolescente aún y es un problema que no me gustaría resolver. trato
de retroceder cada instancia y pensé que esto de ser universitaria me
cambiaría un poco, pero no, y estoy contenta de decir que sigo siendo la
misma a pesar de que ya no tenga que estudiar física o bajar las
escaleras del colegio para encontrarme con gente importante.
la gente en mi universidad me da muchísima rabia, muchas creen que
rapando sus cabezas cometen actos de rebeldía que repercutirán en
resolver su problema relacionado con su ferviente deseo de que chile sea
como cuba. no tengo nada en contra del sistema neoliberal y el lugar en
donde estudio trata de hacerme pensar que eso es un problema, bah, no
me dan ganas de seguir nombrando contras porque hay gente que sí vale la
pena, aun cuando no las he descubierto hasta este momento, pero como
todo, llegan, pero con cierto retraso temporal. solo queda ser paciente y
esperar a cada escape a un contexto diferente del porteño y del
viñamarino, para recobrar energías, o para establecerme en esos lugares
por un tiempo indefinido.
No comments:
Post a Comment