Una Comida

Me han servido un pisco sour por cortesía de la casa. Miro con cara de: - ¿Eres huevón o te haces? - Pero bueh. Era gratis así que se podía dejar. Al salir de mi casa vi una película por 4ta vez y sentí un tanto weird, porque fue como: "Oh, ella se parece a mí". Escribo en mi celular, como si fuera a mandar un mensaje, porque yo, la muy pelotuda, olvidé mi cuaderno. Suena Camilo Sesto en los parlantes desgastados de un restaurante sin nombre de la Avenida del Mar. Está atestado de gente, incluyendo un niño con pinta de gringo que lee Harry Potter (no lo culpo, aquí no hay posibilidad alguna de comparte un Balzac o un No Logo & stuff like that), y un niño del Primero Medio B de mi colegio, que un día me arrebató una mesa del casino. Y hoy no conseguía mesa con su familia. ¿Todo se paga? Así parece.

Uf...me parece que ya se han demorado una considerable cantidad de tiempo en traerme mis camarones con mayo...que nunca he probado y que se divisan a lo lejos. No estuvieron tan mal, pero los acompañaron con lechuga y verduras, cosas que no me agradan demasiado. Pero, antes de saborearlos recuerdo que mi hermana compró LUN para ver quién participaba en La Granja Vip (o sea...otro nivel la Granja Vip...mi hermana es seguidora de Sqp así que no me extraña), hojeo un poco el diario mientras mastico un pedazo de pan amasado que en los próximos días lamentaré haber comido, y llego a un "reportaje" sobre el susodicho tema. Gracias a Dios que llegó la comida, porque quedé bastante en shock por haber visto noticias tan sin sentido...anyway, ¡Quién me manda a buscar en LUN un reportaje de calidad!

Mientras pienso en que nunca más combinaré pisco sour con Sprite, veo como las mesas vecinas comen sin piedad...como si su tráquea no existiera. Son extraordinarios ellos.
Mi primer y segundo plato han sido engullidos cuando me doy cuenta que de postre está mi favorito. Um...cuando comí eso me instalaron (mejor dicho, me dejaron sola) en un estacionamiento, para que mi mamá y hermana fueran a pagar a no sé cuál multitienda. Puse la radio, pero este sonido no logró aplacar esa música latinoamericana de los 80' que detesto con toda mi alma. A Virus y Soda Estereo trato de hacerles el quite. Así que tuve que aguantarme el chirrido de la radio local y ver la cara de asco del niño que también se quedó en el auto cuando subí el volumen en la canción No Surprises. Pero bueh, este día se supone que cumplió con su objetivo, porque expresiva no soy, y esta instancia comercial me permite serlo. Pero sólo una vez al año. Soy una malagradecida. Whatever.