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Tengo algo de material archivado en mi block de notas, como la mayoría sabe (porque quizás hablo demasiado), fui a Santiago, y gracias a esto, tengo algunas cosas que escribí a mi regreso que me gustaría compartir con ustedes. Por favor disculpen la autorreferencia:


Cuando te vas de Santiago y ves el paisaje de vuelta te pasa algo extraño. Un cargo de conciencia como si tuvieras una culpa. No hay ganas de volver a tu ciudad, especialmente cuando has visto tantas cosas que ya quisieras que estuvieran allá. Tengo la convicción de que un tiempo más volveré para quedarme, no sé cómo, pero dentro de poco esta ciudad será mi casa y cada día será un nuevo recorrido. Siempre habrá algo que no he visto. 6 millones de personas que no sé quiénes son, y eso es lo entretenido de Santiago, sólo eres un punto, dentro de muchos puntos. No importa si vas solo caminando, todos están en su mundo y no invaden el tuyo. Eso no ocurre en otros lugares.

No, no soy tan ingenua para creer que esto pasa siempre. Mientras desempacaba mi pijama para dormir en el Hotel España me puse a pensar en lo que había hecho aquella noche, 10 horas agitadísimas, ni una gota de agua, pero miles y miles de adrenalina. No era la única, habían 8 mil puntos más que esperaban lo mismo...quizás menos.

Es mi cuarta vez aquí, pero ahora fue diferente, quizás porque recorrí mucho más que en cualquiera de mis otros viajes. Junto a mi papá estuvimos mucho tiempo en el Paseo Ahumada, merodeando a chilenos y peruanos moviéndose por el núcleo de nuestro país. Es absolutamente heavy, pero de verdad te das cuenta que, muy a pesar de muchos, Santiago es Chile. No sé qué mierda se hará para cambiarlo...pero así como vamos, no lo creo. Una queda como estúpida preguntando tanto por las calles...pero es divertido ver cómo reacciona la gente, claro, cuando no son psicópatas.

Acá en el bus de vuelta tenemos radio. Creo que ahora la dejaron en la Concierto, eso es lo malo que no puedo cambiarla. Pero, mientras veía esos pintorescos escenarios en la Plaza Baquedano o whatever it's called, comienza a sonar REM y soy feliz.

Cuando salgo de mi núcleo central, lo primero que imagino es qué haría si me quedara definitivamente en el lugar de destino. Y eso que no me gusta hacer planos a largo plazo, porque al final soy la más perjudicada cuando no funcionan.


No es divertido escuchar a tu hermana mayor recitando su materia de Derecho Civil cada día, pero menos divertido es encontrarte con el director de tu ex-colegio en el mismo bus. Mientras su colegio se cae a pedazos el juega al señor viajero, salón cama incluido señores. Lo que sí es divertido es imaginarte en su posición, parecido a lo que dijo este imbécil de Israel: "No me gustaría estar en los zapatos de Juvenal". ¡A nadie le importa! Cualquiera con un cerebro y un televisor puede pensar lo mismo. Cosas como estas son las que me molestan.


No crean que por un concierto me desconecto de las noticias de Chile y el mundo. Pero supongo que esto no viene al tema y debería ser presentado como un post independiente.





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Chicos y chicas, volvió la lista de reclamos, aunque me maten:

1) Nicolas Lorca: nuevo columnista de Sobras.com. Sólo un comment para tí: NO ME GUSTÓ PARA NADA TU ARTICULO. Si te querías hacer el chorito y el reclamón, intenta por el método "uso palabras freaks" porque la de "no estoy ni ahí" no dio resultado. Sólo a Edo Bertrán le sale lo reclamón en Sobras. 2 es mucho. Eso. Ahora dególlenme.



Stf.-